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BIBLIOGRAFIA

martes, 24 de agosto de 2010

Comunicación no Verbal

Cuando nos comunicamos con los demás no sólo lo hacemos por medio de palabras sino que utilizamos gestos, posturas corporales, movimientos, mantenemos distancias, risas, bostezos e incluso aspectos más sutiles como errores lingüísticos, pausas y entonación para expresar más perfectamente sentimientos y matices que hacen más rica la relación entre las personas. Este lenguaje paralelo lo conocemos como comunicación no verbal.


Conocer mejor qué implicaciones tiene, puede influir directamente en la mejoría de nuestras relaciones sociales: expresión y comunicación de estados emocionales, información más fidedigna que la palabra del estado del interlocutor, controlar la interacción social exteriorizando actitudes, apoyar, complementar o sustituir la comunicación verbal.

Si recuerdan haber visto alguna película de jugadores de Pocker o son ustedes aficionados al juego, sabrán que el interés principal de los jugadores suele ser intentar adivinar algún gesto, algo que permita conocer cuál es la jugada del adversario. Es decir buscan información no verbal. Veamos de qué manera influyen algunos gestos o posturas en la relación con los demás y qué información aporta:

* Postura del Cuerpo.

· La inclinación del cuerpo hacia delante indica acercamiento y atención.

· Cuando el cuerpo se aparta del otro puede implicar rechazo.

· Con la cabeza flexionada sobre el tronco y las espaldas caídas puede entenderse tristeza.

* La Sonrisa y la Mirada.

La sonrisa cumple varias funciones, una mostrar amistosidad e incluso ayuda a entender que el comportamiento no es amenazante; otra, es trasmitir felicidad.

En cuanto a la mirada, sus funciones son muy diversas: expresión de actitudes interpersonales, recoger información del otro, regular el flujo de la información entre los interlocutores, establecer y consolidar jerarquías entre los individuos, manifestación de conductas de poder sobre otros, desencadenar conductas de cortejo, expresión del grado de atención mostrada por el otro e indicar el grado de implicación en lo que se hace o dice.

Una mirada directa es una conducta con alta probabilidad de atraer la atención incluso a distancia, implica un fuerte componente emocional y afectivo (como la expresión de agresividad).

Para valorar estas cuestiones se hizo el siguiente experimento: los investigadores se colocaron junto a otros coches en espera de la luz verde de un semáforo, mirando entonces al otro conductor, unas veces distraídamente otras fijamente. Los resultados mostraron que los conductores que eran mirados fijamente arrancaban más rápidamente al encenderse la luz verde que los otros. Posteriormente y para eliminar la posibilidad del “pique” entre vehículos, el cómplice se situó de pie en la esquina de una calle de dirección única, mirando a los conductores de las dos formas anteriores. De nuevo los más fijamente mirados tardaban menos en arrancar que los no mirados. Incluso repitiendo el experimento con personas que iban a cruzar la calle el resultado fue el mismo: los mirados cruzaban antes. Cuando se introdujo el factor sonrisa, la huida de la situación por parte de las personas miradas disminuyó (excepto en personas del mismo sexo que el cómplice).

Juzgamos al otro por la distancia que mantiene al hablar o por los gestos, o por cómo mira. La comunicación no Verbal es la responsable de que una persona que apenas conocemos nos caiga bien o mal. Quizás si valoramos esta realidad nos demos cuenta de la cantidad de gestos, movimientos, tartamudeos, bloqueos, etcétera que están presentes al hablar y que hasta ahora no dábamos importancia.

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